[Breve resumen o sumario de la noticia]
La palabra cáncer puede paralizar a cualquier persona que la ve como el resultado de su diagnóstico médico, pero la palabra cáncer ya no es sinónimo de muerte, la palabra cáncer ahora es sinónimo de fuerza, autodescubrimiento y amor.
Desde hace ocho años, en el mes de octubre, la señora Alejandra Ramblas organiza una serie de pláticas para la concientización de las mujeres y hombres sobre el cáncer de mama y otras variantes, bajo la premisa “Yo vencí al cáncer”.

Este año, la plática se realizó en el Auditorio El Kiosco de la historia ubicado en el Museo de la Fresa localizado en el Rancho La Cumbre en donde guerreras que vencieron y están en la batalla contra el cáncer se reunieron para compartir sus historias de vida, vestidas de verde por la esperanza de seguir adelante.

Cada una de ellas, demostró cómo el cáncer no es sinónimo de muerte, compartieron la ruta que siguieron hacia el autodescubrimiento y el amor propio, pues está enfermedad, no sólo se trata de curar el cuerpo, sino también curar el alma.
El director de Salud, Eduardo Tovar estuvo presente durante la plática compartiendo qué como médico, también se sufre junto con el paciente todo el tratamiento, pero pese al dolor y cansancio que puede implicar, se renace más fortalecida.

El cáncer no me quitó nada, me enseñó a vivir con más amor.
Esta es la historia de la guerrera Lupita, quien vivía siempre enfocada a su trabajo, a sus deberes y no se preocupaba por ella, hasta que descubrió una bolita en uno de sus senos y su médico le dijo que dejará todo para después, que se enfocará en ella.
“Aprendí que no soy la misma mujer que antes, ahora soy más agradecida y más consciente de cada día cuenta, que perder mi cabello no era perder mi identidad, era ganar otra versión de mi misma. Hoy puedo decir que el cáncer no me quitó nada, me enseñó a vivir con más amor”, compartió.

Primero yo, me cuido y me amo
Para la guerrera Elena, saber qué tenía cáncer no fue una sorpresa, desde hace tiempo atrás sabía que la bolita que tenía en el pecho derecho era real y antes no estaba ahí.
Su mayor preocupación fue cómo decirle a sus hijos, a su esposo y qué pasaría con sus padres, a quiénes ella cuidaba desde hacía tiempo.
También hubo enojo, ¿Por qué si ella se cuidaba, le había pasado esto?. Y es que ella desde los 39 años nunca faltó a una consulta médica, siempre se revisó puntualmente cada año o cada dos años para evitar cualquier tipo de problema. Pero las cosas suceden y a ella le pasó.
Todavía no termina el proceso, pero en esta ruta hacia recuperar su salud, aprendió que las cosas pueden esperar, que el quehacer puede esperar, que primero tiene que ser ella, cuidarse, amarse y no dejar para un ‘después’ disfrutar la vida con toda plenitud.

Atenderse lo más pronto posible
La guerrera Gabriela sabía que cuando se habla de la palabra cáncer, perder el tiempo no es una opción. Ya había vivido el proceso de su suegro y se dijo así misma: no me va a pasar a mí.
Cuando supo de su diagnóstico buscó ayuda inmediata, la que no encontró en el sistema de salud tradicional, llegó más pronto su operación en un particular que la cita que le tenían programada para su revisión.

Está bien tener miedo, pero el miedo no me a vencer
Yolanda aprendió que la palabra cáncer no era un sinónimo de muerte; esta guerrera recordó cómo cuando sus hijas eran niñas le preguntaron qué era el cáncer y ella les contestó: es una enfermedad de la que te mueres.
Cuando ella supo que tenía cáncer recordó ese episodio de su vida y tomó valor para hablar con sus hijas y enfrentar juntas su diagnóstico y no, el cáncer no fue sinónimo de muerte, fue sinónimo de fortaleza.
Sobrevivió al cáncer, pese a enfrentar un sistema de salud insuficiente y saturado, y decidió formar una asociación para que las mujeres puedan recibir acompañamiento psicológico durante el proceso, que no es fácil, pero se puede vencer.

Aprende a conocer tu cuerpo
Los médicos no se salvan de esta enfermedad, la doctora Guadalupe García compartió como ella tuvo la oportunidad de detectar su cáncer a tiempo y poder salir delante de la mano de su familia, pero expuso cómo aún existe muchas mujeres que no se atreven a tocarse y a conocer su cuerpo.
Contó cómo en la actualidad hay personas que no dejan que un médico hombre revise a su mujer, que hay mujeres que les da pena que las revisen y eso, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Revísate y no te dejes vencer, el cáncer puede ser curable si se detecta a tiempo. Conoce estas historias en nuestro canal de Youtube RUTA45NEWS y en nuestras redes sociales.
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