A dos décadas de su declaratoria, el Cerro de Arandas mantiene su valor ecológico e histórico pese a invasiones, presión urbana y pérdida de territorio. Su biodiversidad y protección ciudadana lo consolidan como uno de los espacios ambientales más importantes de Guanajuato.
Cerro de Arandas: 20 años del espacio natural que Irapuato decidió proteger
Durante dos décadas, el Cerro de Arandas ha sido más que un paisaje en el horizonte de Irapuato: se convirtió en un refugio de vida, un respiro para la ciudad y un recordatorio de que cuando la ciudadanía se organiza, puede salvaguardar territorios que definen la identidad de una región. Hoy, a 20 años de su declaratoria, Arandas sigue siendo uno de los pulmones ambientales más valiosos de Guanajuato.
El Cerro de Arandas es considerado una de las zonas con mayor riqueza ecológica del municipio. En sus más de 4 mil 816 hectáreas convergen especies nativas, suelos que contribuyen al equilibrio hídrico y una vista panorámica que se ha convertido en símbolo local. Su permanencia no ha sido casualidad: la sociedad civil impulsó desde el inicio su protección como Área Natural Protegida.
Vigésimo aniversario del Cerro de Arandas: 20 años de un refugio natural que Irapuato decidió proteger
La zona fue declarada protegida en 2004, después de que habitantes, especialistas y organizaciones sociales advirtieran la presión urbana que amenazaba este ecosistema. La designación pretendía frenar proyectos inmobiliarios en sus laderas y establecer lineamientos de preservación para flora, fauna y recarga del acuífero.
En estos años, el Área Natural Protegida del Cerro de Arandas ha sufrido invasión de asentamientos irregulares que han tomado sus faldas para la construcción de viviendas, y la desafectación de 420 hectáreas de su territorio para la construcción del Cuarto Cinturón Vial que cruza el cerro en el 2012.
Arandas se consolidó como un corredor ecológico crucial. Sus laderas funcionan como soporte para especies de matorral xerófilo, aves residentes y migratorias, pequeños mamíferos y vegetación que actúa como barrera natural contra la erosión del suelo.
La biodiversidad del cerro es amplia:
- 205 especies de fauna, de las cuales 50 están en riesgo o son endémicas.
- 50 especies en riesgo de extinción.
- 245 especies de flora, con tres incluidas en categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
El territorio también guarda memoria histórica. Dentro del área se ubican monumentos naturales como el Cerro del Piloncillo y parte del propio Cerro de Arandas, donde se han encontrado vestigios arqueológicos que forman parte del patrimonio cultural irapuatense.
La protección no surgió desde las oficinas gubernamentales. Fueron vecinos, ambientalistas y académicos quienes comenzaron a documentar el valor del cerro y a exigir su reconocimiento como patrimonio natural. Su insistencia logró que se incorporara a la red estatal de ANP, marcando uno de los pocos casos en Guanajuato donde la iniciativa ciudadana fue determinante.
Hasta hoy, grupos ambientales continúan realizando recorridos, limpieza, monitoreo de especies y actividades de divulgación para mantener vivo el interés por el lugar. La apropiación social ha sido una pieza clave para evitar el abandono o la degradación del área.

Presa La Purísima y Cerro de Arandas: dos territorios clave para la vida, el agua y la memoria del Estado
El Cerro de Arandas forma parte de un sistema ambiental más amplio que incluye la Presa La Purísima, un sitio con gran variedad de aves, ecosistemas ribereños y un valor histórico para la región. Ambos territorios, aunque con problemas de acceso, vigilancia y conservación, representan puntos estratégicos para la biodiversidad y la memoria ambiental del estado.
La Purísima resguarda hábitats que dependen del equilibrio hídrico local. Arandas, por su parte, actúa como una pieza ecológica duradera que ayuda a regular microclimas y proteger especies vegetales y animales afectadas por el crecimiento urbano.
La zona de la Presa La Purísima tiene alta importancia en la recarga del acuífero Silao-Romita; el cuerpo de agua recibe los afluentes de los ríos Guanajuato, Chapín y la Trinidad, presenta tres tipos de vegetación: bosque tropical caducifolio, vegetación acuática y subacuática y matorral xerófilo.
Alberga:
- 215 especies de fauna con 43 especies con alguna categoría de riesgo y/o endémica
- 137 especies de flora con 2 especies en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
- El Cerro del Sombrero alberga vestigios prehispánicos.
El acceso al área es principalmente por la comunidad de Puentecillas y Cuevas, también por la carretera 45 por una desviación que dirige a la comunidad de San José de Llanos y se encuentra un camino hacia El Zangarro.
Ambos sitios fueron declarados ANP el 25 de noviembre del 2005 mediante los decretos gubernativos número 248 para el Cerro de Arandas y el 249 para Presa La Purísima y su zona de influencia siendo gobernador Juan Carlos Romero Hicks.
Fue en el mes de agosto del año 2004 cuando la Asociación Civil denominada Colonos y Usuarios de la Presa La Purísima A.C. solicitó ante el entonces Instituto de Ecología del Estado, su apoyo para realizar los estudios técnicos necesarios a fin de declarar como Área Natural Protegida a la zona conocida como Presa La Purísima y su Zona de Influencia.
En cambio, el Ayuntamiento de Irapuato y los habitantes del Cerro de Arandas, solicitaron la declaratoria con el fin de proteger, restaurar y aprovechar sustentablemente los recursos naturales, así como detener el deterioro de los ecosistemas y disponer de un espacio propicio para la recreación y fomento de la educación ambiental.
A 20 años de su declaratoria, el reto para ambos espacios sigue siendo el mismo: evitar el deterioro y garantizar que las nuevas generaciones entiendan su importancia ambiental, histórica y social.














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