Los números revelan un territorio donde la violencia psicológica domina, la sexual avanza y la física persiste. No se trata de estadísticas frías, sino de historias que se repiten en silencio mientras el 25N exige mirar de frente lo que tanto cuesta aceptar.
Guanajuato refuerza acciones para erradicar la violencia contra mujeres y niñas en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
Cada 25 de noviembre, el mundo vuelve a mirar una realidad dolorosa pero urgente: la violencia contra las mujeres y las niñas persiste en todos los espacios, muchas veces normalizada, silenciada o justificada. En Guanajuato, esta conmemoración se convierte en una oportunidad para renovar el compromiso institucional y social de prevenir, atender y erradicar cualquier forma de violencia de género.
La Secretaría de Salud de Guanajuato destacó que la violencia contra las mujeres no es un asunto privado ni un conflicto doméstico, sino un problema de salud pública que impacta la vida, la salud física, emocional y el desarrollo de las niñas y mujeres en su trayectoria de vida. Hablar de ella —señalaron— es fundamental para reconocerla, nombrarla y transformarla.
La violencia son más que cifras, pero también importan
Los datos más recientes de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) confirman la magnitud del problema en la entidad: el 68.1 % de las mujeres guanajuatenses ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, mientras que el 44.4 % experimentó violencia en el último año. Estas cifras evidencian que la violencia de género sigue presente tanto en los espacios íntimos como en los comunitarios.
44.4%
de las mujeres en Guanajuato fueron violentadas
Entre los tipos de violencia más frecuentes se encuentra la psicológica, que continúa siendo la más común, manifestándose en insultos, humillaciones, amenazas, control o manipulación emocional.
La violencia sexual afecta al 40.5 % de las mujeres mayores de 15 años, ya sea dentro del hogar, en la escuela o en la comunidad, un indicador que refleja las profundas desigualdades y los riesgos que enfrentan en entornos que deberían ser seguros.
A ello se suma la violencia física y la económica, que vulneran la integridad, la autonomía, la movilidad y el proyecto de vida de miles de mujeres.
Para la psicóloga Nayeli Navarrete, responsable jurisdiccional de Salud Mental, estas fechas no son solo simbólicas; representan una oportunidad para reconocer que las violencias están arraigadas en modelos de convivencia basados en desigualdad.
Señaló que todas las personas pueden contribuir al cambio desde su entorno, promoviendo relaciones fundadas en el respeto, la igualdad y la paz. Su reflexión subraya que la violencia no desaparece por sí sola: requiere acción, formación y voluntad colectiva.
La SSG refuerza acciones para combatir la violencia en contra de las mujeres
Desde la Jurisdicción Sanitaria V Salamanca, se han reforzado acciones permanentes para combatir la violencia de género desde un enfoque de salud pública.
Entre ellas destaca la capacitación continua del personal de salud, con herramientas para identificar, atender y canalizar casos de violencia desde un marco legal y con atención especializada. La meta es que cada profesional del sector esté preparado para brindar una respuesta sensible, informada y basada en derechos.
La Secretaría también ha puesto énfasis en garantizar servicios libres de discriminación, con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Esto incluye mejorar la atención en salud mental, ampliando los servicios para llegar a las comunidades más alejadas del estado, donde históricamente existen mayores barreras para acceder a apoyo psicológico y atención especializada.
Violentómetro básico
Una guía para identificar señales de violencia:
- Faltas de respeto, celos excesivos, burlas, críticas constantes.
- Control del tiempo, amistades, redes sociales o decisiones personales.
- Humillaciones, amenazas, intimidación o manipulación emocional.
- Aislamiento de la familia o amistades.
- Daño físico: empujones, golpes, jaloneos o agresiones con objetos.
- Violencia sexual: presión, coerción o acciones sin consentimiento.
- Violencia económica: impedir trabajar, controlar ingresos, retener dinero.
Identificar es el primer paso. Pedir ayuda es el siguiente. Nadie merece vivir violencia.
Las campañas preventivas juegan un papel central. A través de la difusión de información, detección oportuna y acciones comunitarias, se busca sensibilizar y advertir a la población sobre las señales de violencia, fomentar redes de apoyo y promover que más mujeres puedan recibir atención temprana. Además, el trabajo coordinado con municipios y distintas dependencias permitirá impulsar políticas públicas alineadas con el objetivo de cero tolerancia a la violencia.
Este 25 de noviembre, Guanajuato reafirma que la lucha contra la violencia hacia las mujeres no se limita a una fecha. Implica fortalecer la prevención, mejorar la atención, acompañar a las víctimas y transformar las estructuras que perpetúan la desigualdad. Implica, sobre todo, reconocer que la vida y dignidad de las mujeres deben ser prioridad todos los días.














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