Trabajadoras de Würth recibieron constancias por concluir una capacitación técnica mediante el programa Bécat, en un panorama donde las mujeres de Guanajuato enfrentan desigualdades salariales, poca presencia en la industria automotriz y limitadas oportunidades de formación.
Once trabajadoras de la empresa Würth recibieron constancias por concluir la capacitación en Ensamble y Manufactura de Piezas Automotrices, como parte del programa Bécat impulsado por la Secretaría de Economía estatal. El proceso formativo se desarrolló dentro de la planta con el objetivo de fortalecer habilidades específicas para la industria automotriz, uno de los sectores con mayor demanda de mano de obra calificada en Guanajuato.
Durante la entrega simbólica de documentos, el subsecretario de Empleo y Formación Laboral, Luis Andrés Álvarez Aranda, reconoció el avance de las participantes y señaló que la capacitación es un mecanismo que permite que más mujeres ingresen o permanezcan en el mercado laboral formal. Según los registros de la dependencia, desde 2021 más de cien personas han sido capacitadas en Würth bajo este esquema de formación.
La empresa de origen alemán se dedica a la manufactura de componentes electrónicos para vehículos, entre ellos bobinas para motores y transformadores relacionados con la movilidad eléctrica. Atiende a firmas internacionales como Bosch, Denso y Continental. A nivel interno, la compañía destaca que mantiene procesos de innovación y modelos de desarrollo profesional que han sido certificados bajo esquemas como Great Place to Work.
El programa Bécat, implementado por el gobierno estatal, tiene como propósito ofrecer capacitación técnica y profesional que mejore las posibilidades de empleabilidad, vinculación laboral y desarrollo de competencias. También busca que las empresas participantes fortalezcan sus recursos humanos mediante procesos de formación estandarizados y evaluables.
La realidad laboral de las mujeres en Guanajuato
La participación de once trabajadoras en este proceso ocurre en un contexto donde las mujeres continúan enfrentando brechas significativas en el acceso a empleos bien remunerados y espacios de crecimiento profesional.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, actualizados a 2024, muestran que en Guanajuato solo 4 de cada 10 mujeres en edad productiva forman parte del mercado laboral, una tasa por debajo del promedio nacional femenino, que ronda 45%.
Las cifras también señalan que la tasa de informalidad femenina supera el 55%, lo que implica menor acceso a seguridad social, prestaciones y estabilidad económica. Para quienes sí logran incorporarse al sector formal, el salario promedio continúa siendo inferior al de los hombres: las mujeres en Guanajuato ganan alrededor de 15% menos por actividades similares.
En sectores como la industria automotriz —uno de los principales motores económicos del estado—, la presencia femenina se mantiene limitada. Estimaciones de clústeres industriales indican que menos del 25% de la plantilla laboral en manufactura automotriz está integrada por mujeres, principalmente en áreas administrativas o de ensamble, mientras que los puestos de supervisión y especialización técnica continúan ocupados mayoritariamente por hombres.
Retos actuales para la participación femenina
Organismos laborales y de derechos humanos en México señalan que las principales barreras que enfrentan las trabajadoras en Guanajuato son:
- Falta de oportunidades de ascenso en industrias tradicionalmente masculinizadas.
- Brecha salarial persistente en todas las áreas productivas.
- Jornadas laborales extensas que dificultan la conciliación con el trabajo de cuidados, que sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres.
- Discriminación de género, especialmente en procesos de reclutamiento o asignación de tareas técnicas.
- Oferta limitada de capacitación especializada, sobre todo en tecnologías emergentes, mantenimiento industrial y automatización.
A pesar de estos desafíos, Guanajuato también muestra espacios de avance. Datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social federal indican que en los últimos tres años se ha incrementado la incorporación de mujeres a programas de formación técnica, y que la demanda de talento femenino en áreas de calidad, electrónica, logística y energías limpias va en aumento.
Oportunidades y formación especializada en el sector automotriz
Programas como Bécat representan una vía para reducir la desigualdad laboral, siempre que los procesos de capacitación estén vinculados con vacantes reales, salarios dignos y posibilidades de crecimiento profesional.
En el caso de Würth, desde 2021 más de cien personas han recibido formación especializada; una parte de ellas se incorporó posteriormente a puestos dentro de la empresa, según reportes internos.
Especialistas en empleo señalan que la capacitación enfocada en competencias técnicas puede abrir puertas para que más mujeres accedan a áreas donde la representación femenina es mínima, como mantenimiento industrial, electrónica automotriz o diseño de procesos.
Las once trabajadoras que concluyeron el curso ahora cuentan con un documento que acredita su formación, un paso que puede fortalecer su perfil laboral en un entorno competitivo y en constante transformación. En un estado donde las brechas de género en el trabajo continúan marcadas, la capacitación especializada es una herramienta que contribuye a ampliar las oportunidades para las mujeres y a visibilizar su papel dentro de la industria automotriz.
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